sábado, 7 de noviembre de 2015

El mar siempre devuelve las negligencias de sus hijos, los seres humanos.
No hay nada  más egoísta, que el creer, que nuestros actos no trascenderán,
ya que obrar así, nos volvemos  víctimas de la causa-efecto, ya que este es el legado
que dejaremos a nuestros hijos, un planeta contaminado.
Platja del Far.
En un lloc de la costa del Mediterrani.


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